Tras la conquista española, Hernán Cortés, ordenó la construcción de este inmueble para ser su segunda residencia. Fue edificado encima de una parte del palacio de Moctezuma, el máximo gobernante azteca.

A lo largo de la historia ha sido casa de los Virreyes de la Nueva España, sede de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial; residencia de los gobernantes y oficina presidencial.

En su fachada y en el interior se notan diversos elementos neocoloniales, barrocos y neoclásicos consecuencia de las múltiples modificaciones y ampliaciones que ha tenido. Además de albergar dependencias del poder ejecutivo y de la secretaría de hacienda, guarda valiosos tesoros históricos y culturales como la campana de Dolores, la Bandera Nacional, la casa de Benito Juárez, la Primera Cámara de Diputados en México, una galería que representa 200 años de México independiente. También resguarda cinco murales que Diego Rivera hizo entre 1929 y 1951; las obras narran periodos significativos del México precolombino hasta la tercera década del siglo xx. No hay que perder de vista el jardín botánico con raíces prehispánicas, que aún se conserva.

Hay áreas habilitadas para el público, un recorrido por ellas conduce a los murales de Rivera, a la Fuente Pegaso, al Jardín Emperatriz, a los Patios Marianos y al recinto homenaje a Benito Juárez. Para conocer a detalle todo el recinto hay que recorrerlo virtualmente.