Es inevitable escribir la historia de esta alcaldía sin la presencia del ferrocarril México-Cuernavaca. Ese que durante el porfiriato conectaba a la Ciudad de México con el Pacífico y transportaba productos a todo el país.

Tras cien años de servicio, en 1997, el ferrocarril concluyó sus viajes para dar paso a los vehículos.

Quien ahora camina por este lugar encontrará un espacio acogedor diseñado con jardineras y glorietas, juegos para niños y un quiosco. Se miran algunos vagones y maquinarias del ferrocarril y una gran ciclovía que conduce a Polanco.

Merece especial atención el mural El viaje del siglo XX, obra de Ariosto Otero, quien representa a la popular Máquina 501 con personajes que evocan a la Revolución Mexicana, al tradicional organillero y a varias celebridades del teatro, cine y música mexicana. El cubo del sistema de riego de esta plaza fue el lienzo usado por este muralista nativo de Magdalena Contreras para plasmar Cuando murió el tren.