Acercarse a Mérida y sus Pueblos Mágicos es encontrarse con gente cálida dispuesta a conversar, enseñar su labor artesanal o su legado gastronómico. Es sumergirse en cenotes sagrados, es recibir las bondades de los dioses en Chichén Itzá. En bici o a pie, andar por sus calles llenará de magia el corazón.
Acercarse a Mérida y sus Pueblos Mágicos es encontrarse con gente cálida dispuesta a conversar, enseñar su labor artesanal o su legado gastronómico. Es sumergirse en cenotes sagrados, es recibir las bondades de los dioses en Chichén Itzá. En bici o a pie, andar por sus calles llenará de magia el corazón.