Ubicada en la costa chiapaneca, La Encrucijada es un humedal costero que se enfrenta a las olas del Pacífico desde la comunidad Chocohuital en Pijijiapan hasta Barra San Simón en Mazatán. Fue decretada reserva de la biosfera en 1995 y sus más de 144,000 hectáreas alojan una gran riqueza biológica. Todo en la zona está regido por el agua, por el encuentro del mundo dulce con el marino. Ciénagas, albuferas, lagunas costeras, esteros, bocanas y barras forman un laberinto donde habitan alrededor de 800 especies de fauna y 300 de flora. Los árboles de mangle que crecen aquí llegan a subir más de 30 metros hacia el cielo. Al asociarse manglares con zapotonales se constituyen bosques que mantienen el equilibrio de los ecosistemas. Además de manchones de selva mediana mezclados con palmares y zonas de selva baja caducifolia, también hay tulares y popales, comunidades vegetales acostumbradas a los pantanos. Zopilotes cabeza amarilla, espátulas rosadas, garzas, cormoranes y águilas pescadoras comparten árboles con plumas venidas de lejos, como las de las fragatas, gaviotas y gallitos de mar. También aquí conviven cocodrilos de río, pululos (caimanes) tortugas marinas y de agua dulce, nutrias, jaguares, tejones, osos hormigueros y múltiples especies de murciélagos.