Esta antigua hacienda perteneció a Juan Lencero, un soldado de Hernán Cortés y que usaba para albergar a los viajeros que se dirigían a la Ciudad de México. Lo primero que llama la atención es su capilla colonial; después el cuarto reformado conocido como Casa de las monjas. La propiedad tiene una imponente higuera de unos quinientos años de edad que hechiza la mirada durante varios minutos. La hacienda tuvo innumerables propietarios a través de su historia, pero el más conocido fue el once veces presidente de México, Antonio López de Santa Anna; la premio Nobel de literatura, Gabriela Mistral, pasó también largas temporadas aquí, acompañada constantemente de las escritoras Rosario Castellanos y Emma Godoy.