Uno de los lugares más tradicionales en la Ciudad de México para "cantinear" es el corazón de la capital. Las cantinas del centro histórico de la CDMX tienen historia y unos escenarios que hacen de esta una gran y grata experiencia. Hay que ir por lo menos una vez en la vida, y ser testigos de la vida que estos establecimientos tienen.

¡Imperdibles! Cantinas del Centro Histórico de la CDMX

Son varias y hay quienes prefieren unas a las otras, pero te toca elegir. Si lo que quieres es brindar y cantar con mariachis, debes ir a la Plaza Garibaldi. La plaza fue remozada hace algunos años y hoy luce sus mejores galas, con el espléndido Museo del Tequila y el Mezcal. Son muchos los lugares emblemáticos de la plaza para sentarse a degustar los mejores tequilas, mezcales y pulques de la ciudad, pero si hay que decantarse por algunos con el mejor ambiente no pueden faltar: el museo con sus degustaciones en su cantina y terraza, el Guadalajara de Noche, el Tenampa, y la Hermosa Hortensia con los mejores pulques y curados de la plaza. A 4 kilómetros de la Plaza Garibaldi, ya lejos del sonido de los mariachis, en la esquina de Dolores e Independencia encuentras una de las cantinas más antiguas de la ciudad. Se trata de la Cantina Tío Pepe, en donde pareces dar un salto al pasado al cruzar su puerta de vaivén. Marcos con fotografías muy viejas y cantineros con décadas de experiencia podrán contar más de las historias que adentro se han vivido. Los detalles más elegantes de este recinto porfiriano los encuentras en su barra y la hermosa vidriería detrás que posee el nombre de "Cognac Hennessy". Como en toda cantina clásica, podrás disfrutar con algunos de los clásicos tragos una botana que dejará satisfecho al más hambriento.