Desembarca en un espacio natural impresionante, rico en peces –alrededor de 180 especies–. Para llegar a ella es necesario navegar por las aguas del río Tuxpan. Ya en la laguna, se pueden visitar los cuatro tipos de manglares que existen en México y que pocos sitios son privilegiados en disfrutarlos: botón, rojo, negro y blanco. En ellos viven toda clase de crustáceos y anfibios. Cuando se apagan los motores de la lancha, reina un silencio profundo, como en ninguna ciudad, y uno percibe con mayor nitidez la compañía de los lagartos que nadan en el agua y que se sumergen cuando las embarcaciones se acercan.