La Marquesa es una parada obligada en el camino entre la Ciudad de México y Toluca. Ya sea para comer en alguno de sus múltiples restaurantes, a pie de carretera, o para pasar un fin de semana con la familia o los amigos en sus valles y bosque, donde existen una buena cantidad de actividades.

La Marquesa, un escape ideal para el fin

Está ubicada en el paso montañoso de la Sierra de las Cruces. Es un lugar histórico por llevarse aquí la Batalla de las Cruces, este paraje es un deleite para quienes gustan de la naturaleza y las actividades al aire libre como los paseos a caballo, en los que el visitante puede recorrer el parque a través de los senderos que se internan en la espesura del bosque, mismos que pueden ser usados para ciclismo de montaña.

La escalada es otra de las actividades, para ello hay que internarse varias horas en la sierra y acceder a parajes y altos montes, en los límites de las dos entidades, donde el bosque va cediendo ante los pastizales de alta montaña, lo que permite la vista hacia el valle de Toluca.

Para quienes prefieren algo menos de actividad física, pero sí más adrenalina, están los campos de gotcha o las pistas para cuatrimotos y go–karts. La pesca de trucha es otro de los clásicos de este lugar. En los criaderos, los visitantes pueden pescar sus propios peces y pagar solo lo que logren sacar del agua; además, existe la posibilidad de prepararlos en el mismo lugar.

Ya entrados en el tema de las truchas, debemos decir que este es uno de los manjares principales de la gastronomía marquesiana, pues hay restaurantes especializados en la preparación de este platillo.