Para uno de los momentos más importantes de la vida nada mejor que este Pueblo Mágico, un lugar lleno de encanto que en verano tiene días largos y atardeceres de ensueño. Los novios de espíritu libre cumplen aquí ese deseo de tener una boda estilo boho chic.

Restaurantes, ranchos, lugares de sanación espiritual, viñedos y mucha cerveza se combinan para una boda única e inolvidable. Entre las opciones están: La Cocina Que Canta; una joya al pie de la montaña sagrada Cuchumá, el sitio venerado por la etnia local kumiai y en donde tendrás una boda rodeada de huertos, árboles frutales y olores deliciosos. Parque El Profesor; un espacio abierto ubicado al pie de la montaña que tiene una explanada con capacidad de hasta mil personas. Santuario Diegueño, un hotel boutique con jardines llenos de flora endémica y piezas de arte mexicano en cada rincón. Kumiai Inn, una hotel de diseño vanguardista tiene un sky bar que bien puede ser el escenario para una boda pequeña o un salón de grandes ventanales para una ceremonia  inolvidable. Hacienda Santana, con todo el toque colonial para celebración auténtica.